domingo, 19 de abril de 2015

París, ciudad de la moda

Ya en el siglo XVII, París, gracias a Luis XIV, le Roi Soleil (Rey Sol), se convirtió en la capital mundial de la moda (título que aún hoy ostenta junto a Nueva York, Milán y Londres). Por lo que, la moda barroca fue, a todas luces, de inspiración francesa.
Desde París se exportaban sedas a todas las partes del mundo. Y como la moda parisina era muy costosa, se imitaba con telas de manteles y sábanas en las casas más pobres.
La moda de las pelucas se extendió porque Luis XIV las usaba para ocultar su calvicie, y los hombres utilizaban las cascadas de rizos o pelucas cortas empolvadas y las mujeres se empolvaban el pelo, para agradar al monarca.


Entre 1780 y 1800, debido a la Revolución Francesa y para apoyar la revolución (igualdad, libertada y fraternidad = Liberté, égalité, fraternité), los ornamentos y excesos desaparecieron para dar paso a los conjuntos discretos.
Desde 1792, y hasta que se acabó el “Terror” (en francés: la Terreur, es un período de cambios, que duró de septiembre de 1793 a la primavera de 1794, en el que los revolucionarios actuaron de forma fría para evitar posibles complots contra la nueva forma de gobierno), la ropa cara o de color verde (asociado a la monarquía), condenaba a muerte.
Con el final del Terror, la moda francesa femenina (y por lo tanto la del resto del mundo) se fue complicando, con grandes adornos y aparatosas faldas.

En 1858 Charles Worth abrió en la primera tienda de alta costura en París. De esta forma ideó el concepto de colecciones, temporadas y tendencias, no establecido de manera definida hasta entonces, por lo que se lo considera el padre de la Alta Costura (Haute Couture). Su principal cliente fue la española Eugenia de Montijo, esposa de Napoleón III.

La Belle Époque fue una época de cambios, viajes y animación. Se produjo desde finales del siglo XIX hasta 1914.
París, permaneció como la ciudad de la moda, y los ricos, nobles, y personas de todo el mundo viajaban allí en busca de las nuevas tendencias. Fue en la capital francesa, donde a principios del siglo XIX, surgió una nueva moda, una línea más sencilla: en la década de 1920 y 1930, Coco Chanel promocionó las líneas sencillas y el estilo de busto plano; como ya se explica en la otra entrada (en francés) su estilo sencillo, dejó sobre todo una huella en el perfume (Chanel nº 5), los vestidos negros sencillos, y la sociedad parisina.

Desde Chanel y hasta nuestros días París ha dado multitud de colecciones, que han marcado la pauta desde entonces y hasta hoy. Las principales pasarelas parisinas son Las Fashion Week, que se repiten dos veces al año (temporada otoño-invierno, temporada primavera-verano) y en el que los modelos masculinos y femeninos no desfilan juntos, por lo que se crea una Fashion Week para cada género. Los diseñadores más importantes que exhiben en Paris en la Fashion Week femenina (la más conocida) son: Guy Laroche, H&M, Rochas, Paco Rabanne, Loewe, Dior, Balenciaga... ¡y muchas más!
Si quieres ver un resumen de la última Fashion Week parisina, aquí tienes el vídeo:


Y estos son algunos de los desfiles que han tenido mayor importancia en la capital mundial de la moda. 

El show de John Galliano de la primavera/verano 94 cuenta la historia de la Princesa Lucrecia. Está inspirada en la historia de Anna Karenina y su huida de Rusia.
Aquí está la primera parte - La escapada. ¡Corre princesa, corre!



Otro show del maestro cuentacuentos, John Galliano. Con él se conmemoraban los 100 años de Dior en 2005. El desfile se inició con el fantasma de Madame Dior que aparecía entre la neblina, en la casa de Granville donde el diseñador. Después aparecieron Lucky, France, Praline y Victor, las modelos de la casa Dior y Mitzah, su musa.



Alexander Mcqueen Otoño/Invierno 2006. El holograma de Kate Moss que realizó McQueen fue espectacular, el mejor final de cualquier pasarela.


Chanel Otoño/Invierno 2008. Karl Lagerfeld pensó en un carrusel cubierto con perlas enormes y otros accesorios.


Louis Vuitton Primavera/Verano 2014. Edie Campbel caminaba recordando las memorias de las pasarelas del pasado.


Por tanto, podemos afirmar que París es, en el contexto de la moda (aunque en muchos otros también), una gran ciudad. Llena de historia, diseñadores famosos, modelos, pasarelas... que nos hacen soñar.

Bibliografía:
Trajes (Biblioteca visual Altea)  El vestido a través del tiempo (Anaya)  Wikipedia  Elle  Fashion Blog México

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